Documentos Necesarios
Pasaporte / DNI:
Imprescindible pasaporte para entrar al Líbano. Se recomienda que el mismo posea una validez de, al menos, seis meses superior a la fecha de entrada.
Es imprescindible que el pasaporte no tenga ningún visado ni sello del Estado de Israel pues, en caso contrario, se denegará la entrada. También se puede rechazar la entrada a quienes muestren un billete de avión que incluya Israel en el recorrido del viaje. Los españoles de origen libanés o con doble nacionalidad deben estar especialmente atentos a estas advertencias.
Visados: Si
Los españoles necesitan visado para entrar al Líbano. En principio, el visado por turismo se puede obtener sin complicaciones a la llegada por vía aérea, en el Aeropuerto de Beirut (donde lo conceden gratuitamente por un período máximo de un mes). También se puede obtener en las fronteras terrestres con Siria habilitadas para el cruce de viajeros, aunque -de ser posible- se recomienda informarse y obtener el visado previamente ante la Embajada de la República Libanesa en Madrid (donde se pueden obtener con una validez mayor, según los casos).
Los viajeros españoles que pretendan visitar Siria desde el Líbano deberán a su vez obtener previamente el visado sirio en la correspondiente Embajada de Siria.
Los viajeros que hayan sobrepasado en su estancia el período de validez del visado deben regularizar su situación en las oficinas del Departamento de Pasaportes e Inmigración de la Dirección General de Seguridad General antes de intentar abandonar el país, estando normalmente sujetos al pago de una multa.
Vacunas:
Obligatorias: Ninguna, salvo la exigencia por normativa internacional del certificado de vacunación contra la fiebre amarilla para los viajeros directamente procedentes de países con riesgo de su transmisión.
Recomendadas: Ninguna en particular.
Normas para Divisas
En el Líbano pueden utilizarse indistintamente como medio de pago tanto la libra libanesa como el dólar estadounidense, y existe libertad absoluta de cambio. Siendo el tipo de cambio entre la libra libanesa y el dólar pácticamente fijo (1 $ = 1.500 libras libanesas aproximadamente), el tipo de cambio euro-libra libanesa fluctúa en torno a: 1 € = 2.000 libras libanesas.
En Beirut y alrededores la red bancaria está desarrollada y existen abundantes cajeros automáticos. Es frecuente el uso de tarjetas de crédito en hoteles, tiendas y restaurantes, siendo generalmente aceptadas todas las usuales.
Condiciones de Seguridad
Dado que la situación política y de seguridad permanece muy inestable, resulta aconsejable que se extremen las medidas de prudencia y que todas aquellas personas que tengan previsto viajar al Líbano o que se encuentren en el paìs sigan atentamente la evolución de la situación de seguridad en las distintas zonas. En caso de disturbios, manifestaciones o aglomeraciones de personas se recomienda alejarse de la zona y no inmiscuirse en ningún caso en las mismas.
En principio, los viajes a la región Sur del país resultan desaconsejables. Adicionalmente, los desplazamientos a la zona al Sur del Litani, zona de operaciones de la FINUL (Fuerza Interina de NN.UU. para el Líbano), deben ser autorizadas por el Ejército libanés, con excepción habitualmente de las visitas a los lugares turísticos arqueológicos de la ciudad de Tiro (situada en la costa, justo al Sur de la desembocadura de dicho río)..
También están desaconsejadas las visitas a los campos de refugiados palestinos, en los que la entrada de extranjeros está igualmente sujeta a la obtención de una autorización previa por parte de las autoridades libanesas.
Del mismo modo, se desaconsejan también las visitas a las zonas fronterizas entre Líbano y Siria y, muy especialmente a la región y ciudad de Trípoli, la región de Akkar, así como los desplazamientos por el valle de la Bekaa fuera de los ejes principales de circulación que conducen tanto a la frontera siria por Masnaa como a la ciudad y ruinas arqueológicas de Baalbek.
Por lo que respecta a la delincuencia común, en términos generales no puede considerarse el Líbano como un país especialmente peligroso. Los índices de comisión de delitos permanecen en niveles relativamente bajos comparados, por ejemplo, con países europeos, siendo raros los casos de robos o asaltos a extranjeros con empleo de violencia.
Se han registrado en el pasado algunos casos aislados de robos a mano armada a pasajeros, occidentales en particular, por parte de conductores de falsos taxis -especialmente taxis colectivos (los llamados normalmente "taxi-service") y vehículos particulares que ofrecen irregularmente estos servicios-, por lo que se desaconseja la utilización de los mismos (incluyendo el aeropuerto de Beirut) y se recomienda el empleo de taxis oficiales pertenecientes a compañías conocidas, con indicativo propio en cartel, que también pueden ser contratados previamente tanto de forma directa como desde los hoteles, restaurantes u otros establecimientos de confianza.
Zonas de riesgo (deben ser evitadas):Zonas fronterizas entre Líbano y Siria, Región y ciudad de Trípoli, Región de Akkar, Región Sur del país, zona de operaciones de la FINUL. Campos de refugiados palestinos en general. Norte del valle de la Bekaa y carreteras secundarias por el valle en general.
Zonas de riesgo medio:
Zonas adyacentes a los campos de refugiados palestinos de las ciudades de Saida y Tiro.
Barriadas del Sur de Beirut, que pueden resultar desaconsejables en función de la situación política y en momentos de tensión.
Zonas sin problemas:
Por lo general, la ciudad de Beirut y los principales lugares de interés turísticos libaneses resultan accesibles sin problemas. No obstante, en función de la situación general del país, en la actualidad ninguna zona puede considerarse exenta de riesgos potenciales.
Condiciones Sanitarias
La situación sanitaria en el Líbano es correcta en líneas generales y no existen riesgos especiales. El nivel de atención sanitaria privada, especialmente en la capital, es alto y de gran calidad, pero puede resultar muy costoso, por lo que se recomienda la contratación de un seguro de atención médica y de repatriación sanitaria, antes del comienzo del viaje.
No suelen existir problemas para encontrar medicamentos, siendo las farmacias abundantes y bien surtidas. Sin embargo, en el caso de requerirse medicamentos especializados o que deban ingerirse en tratamientos continuados puede ser aconsejable cerciorarse de su disponibilidad en el país antes de viajar.
Se recomienda beber agua mineral (ampliamente disponible) y lavar bien las frutas y las verduras antes de consumirlas.
Algunos de los principales hospitales y centros de referencia, donde el personal médico suele hablar inglés y francés, son:
- Hospital Hôtel Dieu de France: 01.615.300
- Hospital de la Universidad Americana: 01.350.000
- Hospital Saint Georges: 01.585.700
- Hospital Sacré Coeur: 05.457.112
Otras Recomendaciones
DROGAS: El tráfico, el transporte e, incluso, la mera posesión el simple consumo de drogas y sustancias psicotrópicas, aunque sea en ínfima cantidad, están severamente sancionados por la legislación libanesa. En el aeropuerto de Beirut, como en los del resto del mundo, existen controles tanto a la entrada como a la salida de viajeros. En caso de detectarse cualquier sustancia prohibida en el equipaje de un viajero, sea extranjero o nacional, éste es detenido y puesto a disposición judicial, arriesgándose a sufrir penas de prisión incluso por la posesión de un gramo de hachís. Teniendo en cuenta además la precaria condición de las prisiones libanesas, las penas contempladas por este motivo en la legislación son:
- Por tráfico de droga: de 3 años a cadena perpetua y trabajo forzoso.
- Por consumo de droga: de 6 meses a 3 años.
RELACIONES ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO: Aunque existe en el Líbano, especialmente en la capital, una amplia libertad de costumbres, debe recordarse que el Código Penal libanés tipifica como delito la comisión de actos sexuales contra-natura, que están formalmente castigados con penas de entre 10 días a 1 año. Las relaciones homosexuales están generalmente incluidas en esta categoría.
SEGURIDAD VIAL : Para alquilar y conducir un coche en el Líbano es preciso disponer del permiso de conducir internacional. El índice de siniestralidad es alto. Debido a la falta de inversiones y a los últimos conflictos bélicos, la red de carreteras libanesa -salvo excepciones- se encuentra deteriorada y en mal estado de mantenimiento.
La señalización e iluminación son deficientes y los hábitos de conducción locales son más agresivos que en España, siendo muy frecuente el incumplimiento de normas elementales de prudencia al volante. En las vías urbanas la señalización es también deficiente, con escasez de semáforos y pasos de peatones. Por ello, se recomienda la máxima precaución -especialmente de noche - tanto a los conductores como a los peatones, que deben prestar especial atención al cruzar las calles. El seguro de automóviles no está generalizado, por lo que en caso de accidente resulta a veces muy difícil obtener reparación por los daños.
En determinadas zonas del país y, especialmente al sur del río Litani y zonas del valle de la Bekaa, existe todavía el riesgo de artefactos o minas no detonadas, por lo que se recomienda no abandonar las carreteras principales.
El Ejército y las Fuerzas de Seguridad tienen establecidos controles rutinarios en diversas zonas del país, incluyendo la capital, por lo que se recomienda que realicen sus desplazamientos con su documentación en regla. En el caso de los controles en carretera, deben aminorarse imperativamente la marcha, bajar la ventanilla del conductor y obedecer las indicaciones del soldado o agente.
Debe observarse prudencia a la hora de realizar totografías o grabaciones de vídeo, pues está prohibido en determinadas áreas consideradas sensibles por razones de seguridad (por ejemplo, instalaciones militares o policiales). Del mismo modo, es recomendable abstenerse de fotografiar a personas
-especialmente mujeres- sin su consentimiento.
La exportación de antigüedades y restos arqueológicos está prohibida por la legislación libanesa, por lo que conviene asegurarse antes de comprarlas de que podrán sacarse del país.
Fuente: Ministerio de Asuntos Exteriores